A los vecinos de la Ciudad de Santiago del Estero, queremos informar que dejamos de representar al FUP (Fuerza de Unidad Popular) por una razón indeclinable: "no podemos compartir un espacio con personas que pongan en duda nuestra honorabilidad". Seguiremos asumiendo nuestra responsabilidad como Concejales, hasta el ultimo día de nuestro mandato con honestidad y probidad, como Bloque Raúl Ricardo ALFONSIN.
Somos personas que hemos sido educadas en el respeto de principios y valores, donde nos legaron el sentido de la honradez y el respeto. Con esa formacion, que agradecemos, emprendimos nuestra andar en la política convirtiendo esas enseñanzas en una filosofía de vida.
Por estos principios que guiaron nuestras vidas, sentimos la obligacion moral de dejar este espacio político, donde en estos últimos tiempos se ha construido gratuitamente la ofensa hacia nuestras personas y, peor aun, algunos personalismos que creíamos acabados, siguen rotulando las acciones de los demás como si fueran depositarios exclusivos de los buenos modales.
Duele saber que el esfuerzo, la dedicacion y la entrega de tantos años tengan como respuesta las injurias, las calumnias y los atropellos. Nos mantuvimos en el silencio porque entendemos que estas actitudes surgen de la impotencia, de la conducta despiadada de quien o quienes no tienen propuestas, proyectos o ideas para compartir con la gente y debatirlas seriamente. Aparece nuestra respuesta ahora, porque nuestros seres mas queridos fueron objeto de nuevos atropellos. Somos padres de familia y hermanos también, y es nuestro deber cuidarlos y defenderlos de las mentiras e injustas consideraciones de los cobardes de siempre.
Entendemos que la política no es un estado de animo. Mucho menos debe representar el capricho antojadizo de algunos que creen tener la verdad absoluta y suprema. La política debe superar esos anacronismos de dirigentes que necesitan enemigos ocasionales para aceitar un mecanismo de injurias e improperios. Propios de la impotencia y de la indiferencia popular.
Esta sera la primera y única vez que responderemos por este medio a las difamaciones, calumnias, injurias y atropellos a que nos vemos sometidos permanente y obstinadamente. Nuestra respuesta sera solo nuestro obrar.
Con nuestras convicciones intactas, con nuestros aciertos y errores, queremos expresar a los vecinos de nuestra ciudad que no claudicaremos jamas en nuestras ideas, fundamentalmente en la creencia de las instituciones. Por lo tanto desde nuestras bancas o desde donde nos toque estar, seguiremos bregando por la paz, la justicia y la solidaridad de nuestra comunidad.
Somos personas que hemos sido educadas en el respeto de principios y valores, donde nos legaron el sentido de la honradez y el respeto. Con esa formacion, que agradecemos, emprendimos nuestra andar en la política convirtiendo esas enseñanzas en una filosofía de vida.
Por estos principios que guiaron nuestras vidas, sentimos la obligacion moral de dejar este espacio político, donde en estos últimos tiempos se ha construido gratuitamente la ofensa hacia nuestras personas y, peor aun, algunos personalismos que creíamos acabados, siguen rotulando las acciones de los demás como si fueran depositarios exclusivos de los buenos modales.
Duele saber que el esfuerzo, la dedicacion y la entrega de tantos años tengan como respuesta las injurias, las calumnias y los atropellos. Nos mantuvimos en el silencio porque entendemos que estas actitudes surgen de la impotencia, de la conducta despiadada de quien o quienes no tienen propuestas, proyectos o ideas para compartir con la gente y debatirlas seriamente. Aparece nuestra respuesta ahora, porque nuestros seres mas queridos fueron objeto de nuevos atropellos. Somos padres de familia y hermanos también, y es nuestro deber cuidarlos y defenderlos de las mentiras e injustas consideraciones de los cobardes de siempre.
Entendemos que la política no es un estado de animo. Mucho menos debe representar el capricho antojadizo de algunos que creen tener la verdad absoluta y suprema. La política debe superar esos anacronismos de dirigentes que necesitan enemigos ocasionales para aceitar un mecanismo de injurias e improperios. Propios de la impotencia y de la indiferencia popular.
Esta sera la primera y única vez que responderemos por este medio a las difamaciones, calumnias, injurias y atropellos a que nos vemos sometidos permanente y obstinadamente. Nuestra respuesta sera solo nuestro obrar.
Con nuestras convicciones intactas, con nuestros aciertos y errores, queremos expresar a los vecinos de nuestra ciudad que no claudicaremos jamas en nuestras ideas, fundamentalmente en la creencia de las instituciones. Por lo tanto desde nuestras bancas o desde donde nos toque estar, seguiremos bregando por la paz, la justicia y la solidaridad de nuestra comunidad.
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