El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, advirtió: "El peor riesgo, la peor enfermedad es homogeneizar el pensamiento". Y consideró que urge instalar una nueva cultura del encuentro a través del instrumento del diálogo, para "no malversar, ni tirar la Patria a la marchanta".
"El peor riesgo, la peor enfermedad, es homogeneizar el pensamiento, el autismo del intelecto, del sentimiento, que nos lleva a concebir las cosas dentro de mi burbuja, por eso es importante recuperar la alteridad y el diálogo", aseguró el purpurado.
Al clausurar la XII Jornada de Pastoral Social en el colegio San Cayetano de Liniers, Bergoglio insistió en alertar sobre "autismos que aprisionan y llevan a los desencuentros", aunque sin identificar a quién o quiénes los propiciaban.
El primado argentino sostuvo en este sentido que es necesario "recuperar la alteridad" y alentó a "liberarse de los autismos que clausuran la memoria histórica, el compromiso comunitario del presente, y la capacidad de utopías hacia el futuro".
Ante esto, Bergoglio aseguró:"El diálogo es el instrumento privilegiado para romper todo aquello que nos abroquela, para romper las ideologías clausuradas, y abrir horizontes atrás de la pequeña trascendencia que supone escuchar al otro y que el otro me escuche".
El arzobispo reiteró: "Sin diálogo, vamos a terminar diciendo: «Se nos murió la Patria». Y es muy triste ser huérfanos de Patria, luego nos vamos a dar cuenta, y será tarde".
"Si un país sufre una guerra, es capaz de rehacerse; si una nación pasa por crisis institucionales, es capaz de reconstruirse, pero si se pierde la Patria, es muy difícil recuperarla", reflexionó ante medio millar de dirigentes políticos y sociales de diversa extracción partidaria.
Bergoglio consideró, en medio de un cerrado aplauso: "No se nos pide ser tanto paisistas, ni nacionalistas, sino patriotas". E insistió: "Urge construir e instalar la cultura del encuentro".
Comienzo. El titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, obispo Jorge Casaretto, advirtió a la dirigencia política, al inicio de la jornada, que ninguna ley, por importante que sea, puede estar por encima de la discusión para luchar contra "el gran problema" de la pobreza y la exclusión social en el país, que volvió a juzgar "escandalosa".
"La ley (de Medios) que se está discutiendo en el Congreso es muy importante, pero no puede haber ninguna discusión que olvide o que ponga en la sombra que la lucha contra la pobreza y la exclusión es la problemática fundamental en la vida de los argentinos", aseveró el prelado.
Casaretto insistió: "La prioridad a discutir debe ser cómo hacemos para que todos tenga educación, cómo hacemos para que todos tenga trabajo, cómo hacemos para que toda dimensión del intercambio económico, social y político esté regulado por un marco ético. Este es el camino".
Tras reiterar que el eje debe ser "cómo hacemos para la problemática de la pobreza sea prioridad para la agenda política", lamentó que "aparezcan temas que lo tapan todo", como el debate por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que promueve el gobierno de Cristina Fernández.
El cardenal Jorge Bergoglio había subrayado durante la convocatoria que el encuentro tiene el objetivo de "profundizar la necesidad de construir juntos una nación mas justa y solidaria, abierta al mundo e integrada al continente".
La actividad tuve como eje el documento "Hacia una bicentenario en justicia y solidaridad 2010-2016", una suerte de programa de acción propuesto por la Conferencia Episcopal Argentina en noviembre pasado.
La Iglesia exigió en ese documento anteponer el diálogo al afán de dominio y el bien común por sobre los intereses particulares, para lograr que la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral de "todos" los argentinos sean prioridad nacional.
Los obispos también trazan allí "nuevas angustias que desafían", como el hecho de que "los excluidos no son solamente explotados sino que han llegado a ser sobrantes y desechables", y enumeran una serie de metas por alcanzar camino al bicentenario patrio.
Tras la presentación de Casaretto, hubo tres panales referidos a "Cultura política, igualdad, desarrollo integral", "Un desafío histórico, políticas públicas para la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral" y "Un desafío para la dirigencia política, valores y riesgos".
Participaron funcionarios y dirigentes políticos, religiosos, sindicales, empresarios y universitarios como Pacho O´Donnell, Héctor Daer, María Eugenia Vidal, Diego Santilli, Claudio Lozano, Alicia Pierini, Esteban Bullrich, Daniel Arroyo, Alfonso Prat Gay, Juan Carlos Tedesco y Horacio Ghillini, entre otros.
"El peor riesgo, la peor enfermedad, es homogeneizar el pensamiento, el autismo del intelecto, del sentimiento, que nos lleva a concebir las cosas dentro de mi burbuja, por eso es importante recuperar la alteridad y el diálogo", aseguró el purpurado.
Al clausurar la XII Jornada de Pastoral Social en el colegio San Cayetano de Liniers, Bergoglio insistió en alertar sobre "autismos que aprisionan y llevan a los desencuentros", aunque sin identificar a quién o quiénes los propiciaban.
El primado argentino sostuvo en este sentido que es necesario "recuperar la alteridad" y alentó a "liberarse de los autismos que clausuran la memoria histórica, el compromiso comunitario del presente, y la capacidad de utopías hacia el futuro".
Ante esto, Bergoglio aseguró:"El diálogo es el instrumento privilegiado para romper todo aquello que nos abroquela, para romper las ideologías clausuradas, y abrir horizontes atrás de la pequeña trascendencia que supone escuchar al otro y que el otro me escuche".
El arzobispo reiteró: "Sin diálogo, vamos a terminar diciendo: «Se nos murió la Patria». Y es muy triste ser huérfanos de Patria, luego nos vamos a dar cuenta, y será tarde".
"Si un país sufre una guerra, es capaz de rehacerse; si una nación pasa por crisis institucionales, es capaz de reconstruirse, pero si se pierde la Patria, es muy difícil recuperarla", reflexionó ante medio millar de dirigentes políticos y sociales de diversa extracción partidaria.
Bergoglio consideró, en medio de un cerrado aplauso: "No se nos pide ser tanto paisistas, ni nacionalistas, sino patriotas". E insistió: "Urge construir e instalar la cultura del encuentro".
Comienzo. El titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, obispo Jorge Casaretto, advirtió a la dirigencia política, al inicio de la jornada, que ninguna ley, por importante que sea, puede estar por encima de la discusión para luchar contra "el gran problema" de la pobreza y la exclusión social en el país, que volvió a juzgar "escandalosa".
"La ley (de Medios) que se está discutiendo en el Congreso es muy importante, pero no puede haber ninguna discusión que olvide o que ponga en la sombra que la lucha contra la pobreza y la exclusión es la problemática fundamental en la vida de los argentinos", aseveró el prelado.
Casaretto insistió: "La prioridad a discutir debe ser cómo hacemos para que todos tenga educación, cómo hacemos para que todos tenga trabajo, cómo hacemos para que toda dimensión del intercambio económico, social y político esté regulado por un marco ético. Este es el camino".
Tras reiterar que el eje debe ser "cómo hacemos para la problemática de la pobreza sea prioridad para la agenda política", lamentó que "aparezcan temas que lo tapan todo", como el debate por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que promueve el gobierno de Cristina Fernández.
El cardenal Jorge Bergoglio había subrayado durante la convocatoria que el encuentro tiene el objetivo de "profundizar la necesidad de construir juntos una nación mas justa y solidaria, abierta al mundo e integrada al continente".
La actividad tuve como eje el documento "Hacia una bicentenario en justicia y solidaridad 2010-2016", una suerte de programa de acción propuesto por la Conferencia Episcopal Argentina en noviembre pasado.
La Iglesia exigió en ese documento anteponer el diálogo al afán de dominio y el bien común por sobre los intereses particulares, para lograr que la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral de "todos" los argentinos sean prioridad nacional.
Los obispos también trazan allí "nuevas angustias que desafían", como el hecho de que "los excluidos no son solamente explotados sino que han llegado a ser sobrantes y desechables", y enumeran una serie de metas por alcanzar camino al bicentenario patrio.
Tras la presentación de Casaretto, hubo tres panales referidos a "Cultura política, igualdad, desarrollo integral", "Un desafío histórico, políticas públicas para la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral" y "Un desafío para la dirigencia política, valores y riesgos".
Participaron funcionarios y dirigentes políticos, religiosos, sindicales, empresarios y universitarios como Pacho O´Donnell, Héctor Daer, María Eugenia Vidal, Diego Santilli, Claudio Lozano, Alicia Pierini, Esteban Bullrich, Daniel Arroyo, Alfonso Prat Gay, Juan Carlos Tedesco y Horacio Ghillini, entre otros.
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