SAN NICOLAS (De una enviada especial).- La cena que antenoche el vicepresidente Julio Cobos compartió con la cúpula de la UCR y los cerca de 60 legisladores del partido tuvo de todo: choripán, asado y buen vino mendocino.
Sin embargo, el ingrediente político lo puso Cobos, que ante sus correligionarios reveló que para las elecciones de 2011 está dispuesto a alinearse con el radical que llegue mejor posicionado, hizo un llamado a defender la institucionalidad y aseguró que su prioridad por ahora es ser vicepresidente.
"No persigo urgencias en una candidatura y les aseguro que si hay otro radical que interprete mejor el sentir popular y cuente con un sólido respaldo del partido y la plataforma, seré el primero en apoyarlo", sorprendió Cobos en su discurso final, después del postre y pasada la medianoche.
La comida fue a puertas cerradas y los periodistas no pudieron ingresar, pero LA NACION tuvo acceso al breve discurso del vicepresidente.
"Quiero que sepan que mi prioridad es ser vicepresidente, es la realidad de hoy. Hay un mandato popular de por medio y debemos cumplirlo sí o sí", dijo Cobos, decidido a aventar cualquier rumor de que piensa renunciar.
Preocupado por las críticas que recibió desde la UCR por su aval a la remoción de Martín Redrado del Banco Central, el vicepresidente les volvió a pedir comprensión, y avisó que podría volver a pasar.
"Les pido encarecidamente que me comprendan en algunas decisiones... respeto y escucho siempre las opiniones de legisladores, intendentes, gobernadores y dirigentes radicales, pero la gobernabilidad está por encima de todo", sostuvo.
Cobos también pidió defender la institucionalidad del país y "los intereses de la Nación por sobre la política doméstica y de cabotaje".
El mendocino tampoco quiso quedarse fuera de la agenda parlamentaria que se acordó en los dos días que duró el seminario, y le pidió a la UCR "acercarse a lo que la gente está esperando: las soluciones vinculadas con la seguridad, la educación, la salud y la vivienda".
Al final, se permitió una humorada y anunció que daría "un consejo no vinculante para las autoridades del partido", usando los términos técnicos de su dictamen sobre Redrado. Hubo risas generalizadas.
Entonces lanzó una crítica poco sutil a su adversaria declarada para 2011, Elisa Carrió, y le pidió a la UCR analizar si debían seguir al lado de "los dirigentes y las dirigentes que nunca hicieron gestión de gobierno y hacen de la ruptura, el agravio y la descalificación un modo de hacer política". Los radicales, todavía enojados con Carrió porque lo acusó de pactar con el kirchnerismo, lo aplaudieron.
Ayer, cuando el efecto del vino ya había pasado, varios radicales consultados por LA NACION coincidieron en que sus palabras cayeron muy bien.
Sin embargo, el ingrediente político lo puso Cobos, que ante sus correligionarios reveló que para las elecciones de 2011 está dispuesto a alinearse con el radical que llegue mejor posicionado, hizo un llamado a defender la institucionalidad y aseguró que su prioridad por ahora es ser vicepresidente.
"No persigo urgencias en una candidatura y les aseguro que si hay otro radical que interprete mejor el sentir popular y cuente con un sólido respaldo del partido y la plataforma, seré el primero en apoyarlo", sorprendió Cobos en su discurso final, después del postre y pasada la medianoche.
La comida fue a puertas cerradas y los periodistas no pudieron ingresar, pero LA NACION tuvo acceso al breve discurso del vicepresidente.
"Quiero que sepan que mi prioridad es ser vicepresidente, es la realidad de hoy. Hay un mandato popular de por medio y debemos cumplirlo sí o sí", dijo Cobos, decidido a aventar cualquier rumor de que piensa renunciar.
Preocupado por las críticas que recibió desde la UCR por su aval a la remoción de Martín Redrado del Banco Central, el vicepresidente les volvió a pedir comprensión, y avisó que podría volver a pasar.
"Les pido encarecidamente que me comprendan en algunas decisiones... respeto y escucho siempre las opiniones de legisladores, intendentes, gobernadores y dirigentes radicales, pero la gobernabilidad está por encima de todo", sostuvo.
Cobos también pidió defender la institucionalidad del país y "los intereses de la Nación por sobre la política doméstica y de cabotaje".
El mendocino tampoco quiso quedarse fuera de la agenda parlamentaria que se acordó en los dos días que duró el seminario, y le pidió a la UCR "acercarse a lo que la gente está esperando: las soluciones vinculadas con la seguridad, la educación, la salud y la vivienda".
Al final, se permitió una humorada y anunció que daría "un consejo no vinculante para las autoridades del partido", usando los términos técnicos de su dictamen sobre Redrado. Hubo risas generalizadas.
Entonces lanzó una crítica poco sutil a su adversaria declarada para 2011, Elisa Carrió, y le pidió a la UCR analizar si debían seguir al lado de "los dirigentes y las dirigentes que nunca hicieron gestión de gobierno y hacen de la ruptura, el agravio y la descalificación un modo de hacer política". Los radicales, todavía enojados con Carrió porque lo acusó de pactar con el kirchnerismo, lo aplaudieron.
Ayer, cuando el efecto del vino ya había pasado, varios radicales consultados por LA NACION coincidieron en que sus palabras cayeron muy bien.
"QUE SE PREOCUPEN POR LA JUSTICIA"
Julio Cobos decidió no responder a la nueva ofensiva del Gobierno por su participación de la reunión de la UCR. Pero uno de sus íntimos, el diputado Daniel Katz, fue terminante: "Ellos dicen que a Cobos la historia los va a maltratar; yo les digo que se preocupen de cómo los va a tratar la Justicia a ellos". Fuente: diario La Nacion
Julio Cobos decidió no responder a la nueva ofensiva del Gobierno por su participación de la reunión de la UCR. Pero uno de sus íntimos, el diputado Daniel Katz, fue terminante: "Ellos dicen que a Cobos la historia los va a maltratar; yo les digo que se preocupen de cómo los va a tratar la Justicia a ellos". Fuente: diario La Nacion
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