viernes, 23 de octubre de 2009

“Por 10 empresarios, en Santiago, no se regula la actividad nocturna”

La nueva normativa que reglamentará la actividad nocturna en la provincia de Buenos Aires plantea un interrogante: ¿Cuándo Santiago del Estero podrá contar con una norma similar?. Desde hace varios años, instituciones intermedias vienen luchando por conseguir que esta problemática se trate a nivel estatal. Néstor Flores, del Proyecto Padres, comentó: “Nos sorprende gratamente porque nosotros hace años que venimos pidiendo por límites y vemos que en otras provincias se puede. Lo que nos hace pensar que sólo hace falta voluntad”. Explicó que se ha planteado la necesidad de legislar los horarios de boliches, la venta de alcohol a menores, los shows eróticos y hasta los delivery, “pero no hemos tenido respuesta de nada”. Es más, comentó el caso de un local nocturno que fue infraccionado un viernes a la noche y el sábado estaba abierto nuevamente, “¿Cómo sucede esto si los sábados no hay bancos abiertos para abonar la multa?”. Se regula en Buenos Aires, Tucumán, Córdoba, Santa Fe, “¿Cómo puede ser que en Santiago, por hacer caso a unos 10 empresarios, se mantengan en vilo a toda una sociedad?”. Buscar el consenso Comentó que se han realizado reuniones con los concejales de Capital y La Banda, también con la Policía de la Provincia, pero hasta ahora “no tenemos una normativa, ni nada, parece que tenemos que esperar que le toque de cerca a un funcionario para que empiecen a regular sobre el tema”, expresó Flores. Precisó, además, que cada vez que se tratan estos temas con los funcionarios se dilatan tanto que es “evidente” que los empresarios nocturnos tienen mucho peso. En representación del Concejo Deliberante de la Capital, el único que respondió a la convocatoria para debatir el tema fue el ingeniero Marcelo Lugones, del bloque minoritario, quien manifestó que éste es un tema que preocupa, pero que en las comisiones y en el recinto se aplica la mayoría y no se puede hablar. “Evidentemente hay alguna complicidad del poder político con quienes usufructúan la nocturnidad”, remarcó. En todo este entuerto, el concejal Lugones destacó como positiva la toma de conciencia que ha realizado la mayoría de la comunidad, que pide incesantemente que se regule esta actividad que termina poniendo en peligro a todos los santiagueños, desde los que salen a “divertirse” hasta los que únicamente se trasladan de un lado a otro y deben pasar por la zona de los locales bailables. En este aspecto dio a conocer que en Jujuy, una provincia más chica que Santiago, se ha logrado reducir la accidentología, producto de la nocturnidad, entonces “por qué no lo podemos hacer nosotros”. En ello explicó que existen 4 grupos “Estado, empresarios, padres y jóvenes” y cada uno tiene sus deberes, derechos y responsabilidades en esta problemática. Lo ejemplificó con hechos concretos, “cuando quisimos legislar sobre los shows eróticos, tuvimos 9 votos de la mayoría en contra y 3 de la minoría a favor. Es más, la ausencia de concejales de la mayoría, hoy aquí, es una muestra clara de que se rehúsan a debatir esto”, expresó. Representando a la otra ciudad que conforma el conurbano más importante de la provincia, el concejal bandeño Mateo Sánchez expresó que es urgente “aplicar medidas correctivas que duelan, tenemos que conversar absolutamente todos y comenzar a consensuar en lo que hace al horario, la previa, la venta de alcohol, a todo, porque de manera aislada las medidas no sirven”. Para finalizar, Sánchez expresó: “La vida no tiene precio y si podemos prevenirlo tenemos que hacerlo”. En tanto, Lugones coincidió: “No podemos seguir rehuyendo al debate de estos temas, necesitamos normas y es ya”. Como reflexión final, Néstor Flores manifestó que con decreto del Ejecutivo, con ordenanzas o con la herramienta que sea, el Estado debe actuar en consecuencia en estos temas, “el pedido se le hizo a todos los funcionarios”. Dijo: “No es casual que el horario de cierre sea a las cuatro de la mañana, los profesionales han determinado que es la hora en que comienza el mayor consumo.

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