viernes, 31 de julio de 2009

EN EL AFFAIRE ALEGRE, LOS PRÓFUGOS SE ENTREGAN CUANDO QUIEREN

Desde el inicio de la investigación en la mega estafa a la Municipalidad de la Capital, hubo varios involucrados a quienes se les dictó pedido de captura y varios de ellos decidieron no presentarse espontáneamente, quedando en calidad de prófugos. Salvo, el propio Julio Alegre y Rodolfo Mema, que concurrieron espontáneamente y quedaron detenidos, el resto de los acusados con pedido de captura estuvieron prófugos de la Justicia, jamás salieron del territorio provincial y se presentaron cuando lo creyeron conveniente, sin que la Policía llegase a detenerlos previamente.
Quizá el caso más emblemático fue el de Oscar Farías, ex director de despacho de Obras Públicas de la Municipalidad de la Capital y “cajero” del ex intendente Alegre. Farías estuvo prófugo de la Justicia más de un mes y durante todo ese tiempo la Policía nunca pudo localizarlo para detenerlo. Las fuerzas del orden allanaron casas de familiares y de a novia del prófugo con resultados negativos.Un mes después, el propio Farías se contactó con su abogado, José Herrera, y fueron hasta Selva, donde Farías ingresó a la seccional de esa ciudad para entregarse. En el medio, ningún control policial pudo detenerlo antes y menos las mínimas tareas de inteligencia que pudieran haberse realizado tras los pasos del abogado, quien obviamente tenía contacto directo con el prófugo.
Pero lo más sorprendente fueron las declaraciones del abogado de Farías después de que éste saliera de declarar comiendo chicle. Herrera, casi sonriéndose, le dijo a los medios de prensa que en realidad su defendido nunca había salido del territorio provincial, es más, “siempre estuvo en la ciudad Capital” y que solamente fue a Selva "cuando decidió entregarse".Pero más allá de esta situación, cuando el Juez dictó el pedido de captura de otros involucrados, como los proveedores del municipio, Enzo Herrera y Nancy Moisés, más Gustavo Alegre, hermano del ex intendente, la policía tampoco pudo descubrir donde estaban los prófugos. Incluso, el propio Juez reveló que la Policía sabía que desde hace varios días no había nadie en las viviendas de los involucrados, pero aún así cumplieron con el allanamiento, a sabiendas de que no los encontrarían. “Las casas estaban cerradas desde hace tiempo... Según me informa la policía hace varios días se encontraban así”, reveló el Juez a la prensa.
Pero después del dictado de la orden de detención, los prófugos de la Justicia nunca salieron de la ciudad Capital y tuvieron el tiempo necesario para acomodar sus cosas personales, domésticas, hablar con sus abogados y prepararse para la detención. Tuvieron 24 horas para decidir qué hacer. En ese tiempo la Policía tampoco los encontró.En la noche del jueves, Enzo Herrera llegó tranquilamente a la sede de la Escuela de Policía. En forma paralela, Moisés, ya había pedido un arresto domiciliario porque tiene un hijo discapacitado. Eran las nueve y media de la noche y la propia policía había preparado una custodia especial en el acceso del predio porque les habían informado que era inminente la presentación voluntaria de Gustavo Alegre. Guardia que tuvo que estar presente hasta después de la medianoche. Con las primeras horas de este viernes, Alegre llegó en un Renault Megane con su abogado, César Barrojo, con un libro en mano, una mochila y los elementos típicos de una persona que sabe que estará algún tiempo fuera de su domicilio, e ingresó a la escuela de Policía.Alegre es el cuarto involucrado que tuvo calidad de prófugo de la Justicia por un tiempo. Junto a Farías, Moisés y Herrera, conforman el cuarteto que se presentó cuando quiso y que no pudieron ser encontrados por la policía, a pesar de que nunca salieron de la ciudad Capital.

No hay comentarios:

Publicar un comentario