Cuando un cambio aparece es como consecuencia del desgaste y ruptura de algunos hechos de la realidad. El que se trate de una consecuencia implica la presencia de causales que lo determinaron.
Los acontecimientos ocurridos en torno a irregularidades dentro de la gestión municipal hablan de la necesidad, experimentada por toda una sociedad que exige “cambios”. El común de los ciudadanos se muestra desconfiado y escéptico de que las cosas se esclarezcan y se haga justicia con los responsables.
El Honorable Concejo Deliberante es el órgano que co – gobierna. El rol que le cabe es importante, en lo que se podría denominar, “la reconstrucción de la confianza” en los hombres y mujeres elegidos por el pueblo para velar por sus intereses.
No basta con expresar “que la gente se quede tranquila…., que los ciudadanos confíen”…El pueblo ya nos dio la confianza cuando nos votaron y muchos, sobre todo los que hicieron una opción por la mayoría, fueron defraudados.
Es necesario trabajar para recuperar la confianza del pueblo y para ello nuestros actos deben ser conocidos por todos. No a través de la “publicidad de las obras”, eso no es necesario, porque para eso fuimos elegidos y también nosotros quisimos ser actores en la función publica.
La gente esta desconfiada, asqueada y con vergüenza. Que debemos hacer? Borrón y cuentas nuevas? Dar vuelta la pagina? Mirar para otro lado? NO. Eso seria burlarnos del pueblo y al menos este Bloque de Concejales no lo entiende así.
Las cosas tuvieron que cambiar porque hubo ruptura del orden institucional y cuando esto sucede las consecuencias para una sociedad son devastadoras. Cuando los hombres y mujeres que ejercen la función pública no respetan ni hacen respetar el orden de las instituciones, surge el caos, la crisis y la destrucción.
El Honorable Concejo Deliberante, es la institución que debe garantizar que ese orden sea respetado tanto por los funcionarios como por el pueblo. De que manera? Dando a conocer a los ciudadanos su accionar, demostrando que los intereses del pueblo se debaten y se consensuan a fin de lograr altos niveles de calidad en las respuestas a las necesidades de la gente.
Es menester entonces trabajar para recuperar la confianza de la gente en las instituciones pero por sobre todas las cosas en los hombres y mujeres que ejercen la función publica.
De aquí en más todas las sesiones de este HCD debieran ser transmitidas a la comunidad utilizando la amplia gama de MCS (Medios de Comunicación Social). Que cuando este cuerpo solicite que un funcionario de cuentas de su accionar, el pueblo pueda saberlo, sin censura, sin mentiras. Es obligación del Estado educar al ciudadano el los valores cívicos de la democracia, y que mejor manera que mostrando nuestro accionar. Es obligación del Estado garantizar el orden social y que mejor manera que mostrando nuestro propio orden.
El pueblo no quiere más mentiras, no se conforma con banales expresiones de confianza. Es momento de dar TESTIMONIO de honestidad y transparencia.
Los acontecimientos ocurridos en torno a irregularidades dentro de la gestión municipal hablan de la necesidad, experimentada por toda una sociedad que exige “cambios”. El común de los ciudadanos se muestra desconfiado y escéptico de que las cosas se esclarezcan y se haga justicia con los responsables.
El Honorable Concejo Deliberante es el órgano que co – gobierna. El rol que le cabe es importante, en lo que se podría denominar, “la reconstrucción de la confianza” en los hombres y mujeres elegidos por el pueblo para velar por sus intereses.
No basta con expresar “que la gente se quede tranquila…., que los ciudadanos confíen”…El pueblo ya nos dio la confianza cuando nos votaron y muchos, sobre todo los que hicieron una opción por la mayoría, fueron defraudados.
Es necesario trabajar para recuperar la confianza del pueblo y para ello nuestros actos deben ser conocidos por todos. No a través de la “publicidad de las obras”, eso no es necesario, porque para eso fuimos elegidos y también nosotros quisimos ser actores en la función publica.
La gente esta desconfiada, asqueada y con vergüenza. Que debemos hacer? Borrón y cuentas nuevas? Dar vuelta la pagina? Mirar para otro lado? NO. Eso seria burlarnos del pueblo y al menos este Bloque de Concejales no lo entiende así.
Las cosas tuvieron que cambiar porque hubo ruptura del orden institucional y cuando esto sucede las consecuencias para una sociedad son devastadoras. Cuando los hombres y mujeres que ejercen la función pública no respetan ni hacen respetar el orden de las instituciones, surge el caos, la crisis y la destrucción.
El Honorable Concejo Deliberante, es la institución que debe garantizar que ese orden sea respetado tanto por los funcionarios como por el pueblo. De que manera? Dando a conocer a los ciudadanos su accionar, demostrando que los intereses del pueblo se debaten y se consensuan a fin de lograr altos niveles de calidad en las respuestas a las necesidades de la gente.
Es menester entonces trabajar para recuperar la confianza de la gente en las instituciones pero por sobre todas las cosas en los hombres y mujeres que ejercen la función publica.
De aquí en más todas las sesiones de este HCD debieran ser transmitidas a la comunidad utilizando la amplia gama de MCS (Medios de Comunicación Social). Que cuando este cuerpo solicite que un funcionario de cuentas de su accionar, el pueblo pueda saberlo, sin censura, sin mentiras. Es obligación del Estado educar al ciudadano el los valores cívicos de la democracia, y que mejor manera que mostrando nuestro accionar. Es obligación del Estado garantizar el orden social y que mejor manera que mostrando nuestro propio orden.
El pueblo no quiere más mentiras, no se conforma con banales expresiones de confianza. Es momento de dar TESTIMONIO de honestidad y transparencia.
El tiempo de la reconstrucción de la confianza es este, el presente.
Bloque de Concejales de la UCR - FUP
"Raúl Ricardo Alfonsín"
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